El ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, explicó ayer que el aumento del déficit energético tras el alza de los precios internacionales del carbón y otros combustibles afectó las inversiones necesarias para mejorar el equipamiento de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDE).

"Sólo en 2022 la factura de compra de energía de las distribuidoras excedió en 813 millones de dólares lo que se había gastado con la misma cantidad de energía en el 2021 y en años anteriores", puntualizó.

Esta cifra resultó 72 millones de dólares mayor al déficit de 741 millones de dólares con que cerró el 2021, cuando el gobierno estimaba que culminaría en 500 millones de dólares, una meta que se vio frustrada "con la subida inesperada de los precios de los combustibles".